lunes, septiembre 17, 2007

INTERCAMBIO DE PAREJAS, FANTASÍA DE AMBOS SEXOS

Autor: Raúl Serrano

Los llamados “swingers” enfrentan códigos morales que la sociedad impone con tal de dar un giro a su relación de pareja; el resultado puede ser muy gratificante, pero no todos están listos para la experiencia y de ello pueden desprenderse serios problemas.

Se sabe que la fantasía erótica más recurrente entre los hombres es estar con dos mujeres, y la de ellas es tener una relación sexual con un desconocido; no obstante, la preferencia en la que ambos sexos suelen estar, de acuerdo a sondeos recientes, es el intercambio de parejas, lo cual no pocos se atreven a llevar a cabo. Según estimaciones, esta práctica es seguida por más de cuatro millones de personas en el mundo, cifra que cada día se incrementa.

Si bien se sabe de orgías e intercambio de parejas desde las épocas de Roma y Grecia antiguas, es en la década de los 70 del siglo pasado cuando se hace del conocimiento público la práctica bien organizada, sobre todo en Suecia y Noruega, gracias a clubes establecidos para tal fin. Es ahí donde surge el término que identifica esta afición sexual: swinging , palabra que deriva del verbo inglés to swing , que significa balancear, libertad de movimiento, oscilación; entonces, swinger es aquella persona, casada o soltera, que decide ejercer con libertad su vida sexual, lo que incluye intercambio de pareja, práctica de sexo en grupos y todas las variaciones que de ello puedan surgir.

La popularidad del intercambio de parejas desató comentarios en contra, y en su defensa los swingers encontraron como justificación que se trata de una fantasía sexual cohibida, es decir, un deseo reprimido por los cánones de fidelidad que la sociedad impone, y que de faltar a ellos implicará ser tachado de “inadaptado” o “inmoral”.

Un juego que no todos jugamosEspecialistas en salud mental señalan que dar rienda suelta a estas fantasías sexuales implica también satisfacer las de la pareja, en otras palabras, que ambos deben compartir la misma afición y tener la intención de llevarla a cabo. “Para muchos el intercambio de parejas es una solución a ciertos problemas conyugales —explica la Lic. Claudia Rosso, directora del argentino Instituto de Psicología Swinger —, sobre todo los que refieren a rutina y falta de sorpresa dentro de la relación”. Ahora bien, aunque para algunas parejas la experiencia ofrece beneficios, algunos especialistas afirman que puede resultar dañino para la integridad emocional del individuo. La Dra. Megan Fleming, psicóloga clínica y terapeuta sexual del Centro Médico Beth Israel (Nueva York) indica en un artículo publicado en el New York Times que existe la posibilidad de que las parejas que participan en el swinging pueden transformar la actividad sexual en una “actitud deportiva”, creando la posibilidad de perder la capacidad de gozar del acto a largo plazo.

Para conocer un poco más cómo se presenta un intercambio de parejas, es importante tener en cuenta que quienes lo practican proceden de cualquier nivel social, económico y laboral, así como de todas las nacionalidades y razas; son personas emocionalmente maduras, quienes gozan de excelentes relaciones con sus respectivas parejas. Sin embargo, l os celos rondarán el encuentro invariablemente, ya que, después de todo, se trata de la persona a la que se ama quien está siendo tocada, besada y más, por un tercero.

Quienes han vivido la experiencia se muestran enfáticos al señalar que la comunicación con la pareja es fundamental, que resulta de vital importancia que ambos estén seguros de su relación y que el swinging estará siempre en segundo lugar. Si en algún momento sucede lo contrario, hay que considerar que las cosas no son como se contemplaron en algún momento y que existen problemas que deben resolverse.

La comunicación involucra hablar de lo que ambos sienten, así sea placentero o no grato; si alguno de los dos no está conforme con alguna cosa concreta (sexo oral, penetración, etc.) debe decirlo. Cada pareja es dueña de sus propias limitaciones y éstas deben establecerse y ser respetadas, de modo que ninguno de los dos se sienta incómodo.

De igual importancia es que las parejas con las que habrá intercambio conozcan los límites que se han marcado antes de empezar, de modo que nadie se sienta engañado y puedan surgir problemas o malos entendidos. Los swingers experimentados también recomiendan a los miembros de la pareja que se inicia en estos actos, que antes del encuentro establezcan algún código de comunicación que sea conocido solo por ellos, tratando de destacar las incomodidades o bien la aceptación para seguir adelante, a fin de no molestar a terceros.

Tan abierto como se quieraAhora bien, si usted y su pareja tienen curiosidad por ver cómo se llevan a cabo los intercambios antes de decidirse a hacerlo, algunos sitios en internet brindan amplia información al respecto, o bien las direcciones de lugares a los que puede acudirse como simple espectador.

Es importante tener en cuenta que el swinging es, fundamentalmente, una actividad de y para parejas, y que el encuentro puede ocurrir en una fiesta swinging, en una cita entre parejas o con una tercera persona en un menage a trois (sexo con la participación de tres) .

Además de los abiertos al público en general, hay otros clubes de swinging sólo para establecer contacto y unos más que organizan viajes para intercambio. Asimismo, existen lo que celebran fiestas privadas, los llamados party houses , a los que acuden parejas que tienen actividad homo, bi o heterosexual sin restricciones, en habitaciones privadas o abiertas, piscinas o jacuzzi ; como es de imaginar, el acceso es costoso y muy restringido.

El mundo del swinger abre las puertas para la persona que quiera incursionar, siendo el único requisito cumplir ciertas normas de comportamiento, bajo la pena de costarle la expulsión si éstas fueran quebrantadas. A continuación un resumen del reglamento esencial (no escrito y que apela al sentido común de los interesados) de los swingers, el cual rige en cualquier país:
  • No acuda a un encuentro si no está convencido de lo que se va a hacer.
  • Procure a todos consideración, sensibilidad y discreción, es decir, trate a los demás como desea ser tratado.
  • Sea amigable, aunque no le interese tener una relación sexual.
  • Acepte un “no” como respuesta, sin preguntar por qué.
  • Acuda a una cita preparado con preservativos; m uchas oportunidades de encuentro entre parejas se han frustrado por haber olvidado los condones en casa o por no tenerlos a mano en el momento preciso.
  • No descuide su higiene personal.
  • Respete los límites de las demás parejas; igualmente, haga respetar los propios; no permita en ningún momento que nadie ejerza presión o lo obligue a estar en situaciones que no le sean agradables.
  • Tome en cuenta los sentimientos de los demás, ya que no todos pensamos igual; si alguien se siente tenso o incómodo trate de concluir el encuentro de la forma más discreta.
  • No interfiera en la vida romántica de las otras personas; no corteje o haga insinuaciones más allá de lo sexual hacia quienes lo han aceptado como compañero (a) de juegos eróticos.
  • Conteste todos los mensajes telefónicos que reciba, así sean para decir simplemente “no, gracias”.
  • No propicie, ni acepte, actos de violencia.
Finalmente, vale la pena mencionar que un encuentro erótico con alguien de quien no se conocen los antecedentes de salud sexual puede significar poner en riesgo la propia vida. Procure informarse sobre las personas con quienes tendrá contacto íntimo antes de ser partícipe y no descuide el sexo seguro, es decir, la protección ante posibles enfermedades venéreas; igualmente, muéstrese dispuesto a hablar con quien pregunte por usted.

Si alguna vez pasó por su mente conocer cómo funcionan los encuentros swingers , ahora que tiene más información tal vez la curiosidad le lleve más lejos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

NO LO RECOMIENDO, YA QUE POR EXPERIENCIA PROPIA AUN DESPUES DE 15 DIA NO PUEDO OLVIDAR QUE MI NOVIA ESTUVO CON OTRO