viernes, agosto 29, 2008

Sexo y menstruación: no renuncies al placer

Si ya hemos decidido que queremos embadurnarnos con sangre, si tenemos claro que no nos importa dejar nuestros fluidos a la vista y hasta estamos dispuest@s a jugar con ellos, entonces hemos ganado un punto a favor del placer y de mejorar nuestras relaciones sexuales.

Si ya no tenemos reparos a tener sexo durante la menstruación, se acaba de dar un paso hacia la libertad, que siempre se agradece a la hora de tener sexo. Dejar atrás cualquier impedimento de carácter moral es sinónimo de relajo, entrega y capacidad de recepción. Interesante dupla: dar y recibir.

Un coito cuando desde el cuerpo de la mujer fluye sangre no es mejor ni peor, sino distinto, pero es probable que se incorporen nuevas sensaciones de goce producidas por el estado de sensibilidad en que está la mujer y porque la penetración cuenta con un nuevo fluido y eso también cambia la sensación del hombre.

El sexo con sangre implica contactarse directamente con ella y, en ese sentido, es recomendable que no sienta que se ensucian mientras lo practican. Si al terminar se queda con la sensación que tiene que ir a lavarse y limpiar enseguida, los beneficios emocionales de "no usar protección" se pueden perder.

Acostumbrarse a este fluido es un modo diferente de coexistir con el período menstrual y probablemente se sentirá más cómoda con su cuerpo y su funcionamiento.

Medidas higiénicas

La menstruación es algo natural y como tal debería poder salir del cuerpo sin impedimento. No causa problemas higiénicos, porque si cae libremente o se seca, el olor y la reproducción de los patógenos no existe. Por ello, si el menstruo se pone en contacto con la piel de la mujer o su pareja no ofrece peligro para la salud de ninguno.

Lo mismo pasa si gotea sobre una toalla o ropa de cama y la humedad se evapora. No puede decirse lo mismo cuando el menstruo se acumula en un tampón insertado en el medio ambiente húmedo de la vagina, o se junta en una toalla absorbente recubierta de plástico ubicada contra el medio tibio y húmedo de la vulva, durante varias horas. El cuerpo de la mujer trabaja mejor cuando funciona naturalmente.

Sin embargo, vale la precaución ante parejas esporádicas u ocasionales con las cuales no existe un conocimiento acabado, por cuanto algunos agentes patógenos son más transmisibles a través del intercambio de fluidos corporales. Enfermedades como la hepatitis y el SIDA son transmitidas más fácilmente cuando la sangre de una persona infectada se pone en contacto con el cuerpo y, particularmente, con el torrente sanguíneo de otra.

Y los hombres ¿Qué pintan?

Si las mujeres tiene poco contacto con su menstruación y la ocultan, ¿qué se puede esperar de los hombres? Ellos conocen poco de ella, y puede resultarles una sorpresa, pero tienen menos problemas con los fluidos y están más dispuestos a "ensuciarse" que nosotras.

Las mujeres son tanto o más deseables que en cualquier otra etapa del mes y si un hombre tiene reparos al sexo con menstruación es porque socialmente se le ha ocultado esta información. La solución, conversarlo.

Para relajarse mejor hay millones de formas de preparar el acto sexual y si en alguna ocasión ambientó con velitas y luces, ahora disponga toallas y colchas para la batalla. Lo importante es que sea cómodo para ambos.

Todas la formas están permitidas siempre que ambos lo consientan, y el sexo oral o cunnilingus es una de ellas. Aunque es un hecho que la sensación cambiará y, por cierto, el gusto, es una experiencia que tampoco tiene ningún inconveniente.

Una manera de iniciarse en este campo, si aún no lo ha hecho, es que la pareja puede explorar la idea del cunnilingus durante el período menstrual de una forma un poco menos personal al principio, tomando un poco de menstruo en sus dedos y examinarlo, olerlo, incluso degustarlo. Si los dos se sienten cómodos, entonces estarán más abiertos a la idea durante este período.

Si a la pareja le agradada recibir menstruo sobre el cuerpo, ambos serán menos propensos a sentirse incómodos si éste llega a sus labios y a su boca. Si una mujer se siente bien con su menstruación es probable que su pareja tenga o desarrolle los mismos sentimientos. Después de todo, se requiere una mirada y actitud positiva por parte de ambos.

La comodidad, una labor diaria

Promover la comodidad y el sexo durante el sangramiento es una tarea diaria. Si esta etapa del ciclo de fertilidad se convierte en una fase más es muy probable que sea una parte natural de la vida sexual también.

La mejor forma es integrarla al diario vivir y no ocultarla como algo malo. En vez de decir que necesita "ir al baño" como cuando está en público, diga libremente a lo que va. La pareja puede comprar tampones y protectores.

Cualquiera de los dos puede sugerir una ducha o baño durante su período, porque entonces hay menos preocupación por manchar. Si esto ocurre puede pedirle a su pareja que lave su vulva, dándole así la oportunidad de explorar su menstruo. Si él ha lavado su vulva y sabe que está "limpia," su boca puede encontrar el camino hacia ella naturalmente.

La actitud de la pareja hacia la menstruación durante las actividades diarias tendrá un impacto directo sobre su disposición al sexo y la menstruación.



fuente: http://www.sexomail.com/boletin/articulo.php?id=100

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